viernes, 7 de agosto de 2009

Alberto Rougès


Alberto Rougés

1880-1945

Nació en San Miguel de Tucumán, el 23 de octubre de 1880, en un hogar de formación cristiana.

Cursó sus estudios primarios en la escuela Normal de Tucumán y los secundarios en el Colegio Nacional de esa ciudad. Se graduó de abogado en 1905, en la facultad de derecho de la Universidad de Buenos Aires, en un ambiente intelectual marcado por el positivismo y el cientificismo. Después de su graduación, escribe la tesis por la que obtiene el título de Doctor en Jurisprudencia.

Ya en su provincia participó en la reforma constitucional de 1907 y colaboró en la revista de Letras y Ciencias Sociales. También fue un activo industrial azucarero.

Junto a Juan B. Terán y otras personalidades trascendentes funda la Universidad Nacional de Tucumán, de cuyo Consejo Universitario formará parte hasta 1920.

Como interventor del Consejo de Educación de la provincia, en 1930, le correspondió una preponderante labor cuando colocó a Tucumán entre las provincias que contaban con la menor cantidad de analfabetos, como así también contribuyó al mejoramiento de las escuelas y de la enseñanza.

Dictó seminarios de metafísica en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán.

El 24 de diciembre de 1942, según reza el pie, sale de la imprenta su obra máxima, Las jerarquías del Ser y la Eternidad, que la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán edita en enero de 1943.

Perteneció a la Generación del Centenario, junto a las siguientes personalidades: en el campo de la filosofía, Alejandro Korn, Coriolano Alberini, Alfredo Franceschi, Lidia Peradotto, Juan Chiabra, Benjamín Taborda, José Gabriel; en la historia, Ricardo Levene, Carlos Ibarguren, Rómulo Carbia, Emilio Ravignani, Jorge Max Rodhe, Ricardo Rojas; en la literatura, nuevamente Ricardo Rojas, Roberto Giusti, Arturo Capdevila, Leopoldo Lugones, Alberto Gerschunoff, Alberto Arrieta, Carmelo Bonet, Ernesto Nelson, Arturo Marasso, Manuel Galvez, etc. Hubo visitas fundamentales en las primeras décadas del siglo XX como la de José Ortega y Gasset, quien brindó conferencias en Tucumán presentado por el mismo Alberto Rougès, y Manuel García Morente, que enseñó en la Universidad Nacional de Tucumán, centro educativo fundado entre otros por Rougès, quien fomentó su participación académica.

La Generación del Centenario se opone a las ideas positivistas, cientificistas y materialistas de la generación precedente, con concepciones modernistas en Literatura, fuerte búsqueda de lo nacional, de la argentinidad, tan amenazada por la Gran Inmigración, de la que Alberto Rougès tendrá conceptos negativos. Además, hay tendencias idealistas con diferentes matices, búsquedas clásicas y una profunda religiosidad.

Rougés ha sido considerado como uno de los fundadores de la filosofía en Argentina y como casi todos los pensadores latinoamericanos de su época fue, al mismo tiempo, un hombre de pensamiento y de acción.

Una antología del pensamiento hispanoamericano aparecida en Washington en 1950, incluye a Rougés entre los doce grandes maestros orientadores del pensamiento de América y como uno de los fundadores de la filosofía en el continente americano, señalándolo como “el filósofo más destacado que haya producido Hispanoamérica”.

Su vida estuvo propulsada e intensificar el crecimiento de nuestra provincia, participando en toda empresa destinada a fomentar las bases de su desarrollo.

Como industrial azucarero propulsó la investigación del cultivo de la caña azúcar para tender a su mejoramiento cualitativo, emprendiendo en varias oportunidades la defensa de la industria para incentivar el crecimiento económico de la región.

En el campo de la cultura alentó y propició la investigación de la tradición popular, gracias a lo cual fue posible la edición de los Cancioneros de las provincias del noroeste argentino, recopilados y publicados por Juan Alfonso Carrizo.

En el ámbito del área educativa le correspondió una destacada labor, publicando numerosos ensayos sobre la enseñanza en los diferentes niveles y propulsando el crecimiento cualitativo de la Escuela Sarmiento.

Fue Miembro de la Comisión Conservadora del Archivo Histórico de la Provincia y autor del proyecto del parque en la falda oriental del Aconquija, cuyo objetivo era conservar en su pureza la flora, fauna y gea de Tucumán, proyecto que se institucionalizó con la creación del Parque de La Florida.

Fue uno de los amigos y consejeros del doctor Miguel Lillo y junto a Juan B. Terán, Ernesto Padilla, Adolfo Rovelli, Julio Prebisch, Rodolfo Schreiter, Sisto Terán (h), Antonio, Domingo y Alberto Torres sentaron las bases de realización del testamento y la creación fundacional, por las cuales el Sabio donara sus bienes para ser administrados por una Comisión Asesora Vitalicia.

En marzo de 1945 acepta el nombramiento de Rector de la Universidad Nacional de Tucumán, varias veces ofrecido y tantas otras rechazado. El 20 de abril, ante el Interventor Federal Enrique B. García, Aníbal Sánchez Reulet, Jorge Terán, autoridades y profesores universitarios, Alberto Rougès pronuncia su discurso de asunción, pero al concluirlo sufre un ataque cardíaco y tiene que ser asistido. El 4 de mayo de 1945 muere en su ciudad natal de San Miguel de Tucumán. A lo largo de su vida, el filósofo realizó ensayos, artículos periodísticos, dictó conferencias y cursos, y mantuvo una riquísima correspondencia. Toda esta producción ha dado lugar a la publicación de las Obras Completas de las que ya se editaron: Alberto Rougés. Vida y pensamiento; Alberto Rougés. Correspondencia y Alberto Rougés. Ensayos.


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